La aviación táctica de Nueva Zelanda entra en una nueva fase con la entrega del primer C-130J Super Hercules por parte de Lockheed Martin al Ministerio de Defensa y las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda. La ceremonia de entrega se llevó a cabo en las instalaciones de Lockheed Martin en Marietta, Georgia, el pasado 8 de agosto.

Durante casi seis décadas, los C-130H de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda (RNZAF) han sido fundamentales como recursos de respuesta inmediata para Nueva Zelanda y la región del Indo-Pacífico. Las tripulaciones del Escuadrón 40, ubicadas en la Base de Auckland de la RNZAF en Whenuapai, operarán los nuevos C-130J, que son algunas de las configuraciones más avanzadas del Super Hercules jamás fabricadas.

«Desde operaciones de apoyo humanitario y de socorro en desastres hasta la colaboración con aliados en operaciones militares, los C-130 de Nueva Zelanda son verdaderamente una fuerza global para el bien», comentó Rod McLean, vicepresidente y gerente general de la línea de negocio de Movilidad Aérea y Misiones Marítimas de Lockheed Martin. «La nueva flota de C-130J de la RNZAF continuará respaldando estas misiones críticas, proporcionando a Nueva Zelanda un mejor alineamiento con sus aliados, mayor alcance, capacidades mejoradas y un rendimiento comprobado para los requisitos operacionales de transporte táctico más exigentes.»

En 2020, las autoridades neozelandesas anunciaron su intención de modernizar su flota existente de cinco C-130H con cinco variantes C-130J-30 a través de una Venta Militar Extranjera con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Un equipo conjunto de proyecto, compuesto por personal del Ministerio de Defensa y las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda, ha colaborado con la Fuerza Aérea de los EE. UU. y Lockheed Martin para gestionar la entrega de las aeronaves y los programas de entrenamiento.

Siempre en evolución e innovación, el Super Hercules lidera el camino estableciendo estándares y moldeando el futuro de las misiones de transporte táctico, ofreciendo numerosas ventajas únicas en su clase. Entre estas se incluyen una disponibilidad operativa comprobada con facilidad de transición, mayor fiabilidad, superioridad en transporte táctico y capacidades de lanzamiento de combate, certificación por más de 20 autoridades de aeronavegabilidad, y una mejorada supervivencia. El C-130J también ofrece una interoperabilidad inigualable con las fuerzas aéreas de la OTAN y globales, asociaciones industriales robustas, y costos de ciclo de vida verificados, con importantes ahorros de combustible que reducen la huella de carbono en comparación con otros aviones de transporte táctico de tamaño medio.

Descubre cómo y por qué el C-130J sigue siendo la opción mundial en transporte táctico a través del nuevo episodio de «Into the Cockpit» en el canal de YouTube de Lockheed Martin, que ofrece acceso exclusivo tras bambalinas al Super Hercules.

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