El Ejército Ecuatoriano enfrenta un importante revés tras la demora en la entrega de cinco helicópteros H225M Súper Puma, adquiridos en 2023 por un valor de 90 millones de dólares. Estas aeronaves, esenciales para mejorar la capacidad operativa militar, aún no han llegado al país debido a problemas en la gestión de pagos, lo que ha generado preocupación en las Fuerzas Armadas y críticas hacia la administración gubernamental.
Los helicópteros, fabricados por Airbus Helicopters, debían ser entregados de forma escalonada, comenzando con los dos primeros en marzo de 2024 y los tres restantes antes de octubre. Sin embargo, el gobierno ecuatoriano no cumplió con el pago del 50% del anticipo, equivalente a 45 millones de dólares, que estaba previsto para diciembre de 2023. Este incumplimiento ha detenido el proceso de entrega, manteniendo las aeronaves en Francia, donde han estado listas desde mayo de este año.
El retraso ha generado una serie de complicaciones para el Ejército, que contaba con estos helicópteros para fortalecer su capacidad operativa en misiones críticas, tanto en tierra como en aire. La falta de los Súper Puma ha limitado las operaciones militares planificadas, afectando su capacidad de movilización y respuesta táctica.
A pesar de que las negociaciones con Airbus Helicopters fueron retomadas en agosto, la demora en la llegada de las aeronaves sigue siendo un problema para las Fuerzas Armadas de Ecuador, que dependían de estos equipos para reforzar su flota aérea. El proceso para destrabar los pagos aún está en curso, y se espera que los helicópteros lleguen al país en un plazo de dos meses, aunque su entrada en operación no se concretaría hasta finales de 2024.
Este tipo de retrasos no solo afecta la operatividad militar, sino que también pone en tela de juicio la gestión de recursos por parte del Ministerio de Defensa, generando un debate sobre la falta de planificación adecuada para asegurar que los contratos se cumplan en los tiempos establecidos.
En marzo de 2024, uno de los helicópteros H225M fue visto en el Aeropuerto de Marsella-Provenza, en Francia, con matrícula temporal F-WMXP, donde realizó vuelos de prueba como parte del proceso de aceptación previo a su entrega. Las aeronaves están listas para ser enviadas a Ecuador, pero la falta de los pagos correspondientes sigue siendo el principal obstáculo para su traslado.
Aunque el reciente progreso en las negociaciones brinda una esperanza, la demora ha complicado los planes iniciales del Ejército, que esperaba contar con estos helicópteros para mejorar su capacidad operativa en 2024. La incertidumbre sobre los plazos de entrega subraya la necesidad de una mejor gestión en futuros acuerdos de adquisición de equipos militares.