Spirit Airlines ha iniciado un nuevo proceso de reestructuración financiera bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, apenas cinco meses después de haber salido de su anterior procedimiento. La aerolínea de bajo costo enfrenta serias dificultades para sostener su modelo de negocio, pese a los ajustes realizados a comienzos de 2025.
Un “Capítulo 22” que refleja la fragilidad del modelo low cost
En marzo de este año, Spirit logró salir de su primer proceso concursal convirtiendo cerca de 800 millones de dólares en deuda en acciones. Sin embargo, la medida resultó insuficiente frente a un pasivo que supera los 2.000 millones de dólares y a los crecientes costos operativos, especialmente en arrendamientos y mantenimiento de flota.
Algunos analistas ya califican este escenario como un “Capítulo 22”, en alusión a compañías que reinciden rápidamente en procesos de bancarrota.
Estrategia de reestructuración
La compañía con sede en Florida anunció que sus operaciones continuarán de forma regular mientras avanza la reestructuración. Esto incluye vuelos programados, reservas vigentes, programas de lealtad y pagos a empleados y proveedores.
Entre las medidas planteadas se destacan:
• Reducción de flota para optimizar el uso de aeronaves.
• Mayor enfoque en mercados clave como Fort Lauderdale, Orlando y Detroit.
• Reforzamiento de su oferta premium, con más opciones de asientos y servicios diferenciados.
• Renegociación con sindicatos y ajustes en los contratos de leasing.
• Resolución de problemas técnicos relacionados con motores Pratt & Whitney, que han afectado la disponibilidad de aeronaves en los últimos meses.
Impacto en el mercado y en los inversionistas
La noticia provocó una caída inmediata del 44% en el valor de las acciones de Spirit, lo que además pone en riesgo su permanencia en la Bolsa de Nueva York (NYSE).
En paralelo, la industria observa con atención la posibilidad de que esta crisis desemboque en una fusión con Frontier Airlines, que ya ha iniciado la expansión de rutas en mercados tradicionalmente dominados por Spirit.
Contexto de la industria aérea en EE. UU.
El caso de Spirit refleja las dificultades que enfrentan las aerolíneas ultra low cost en un escenario de altos costos de combustible, presión salarial y aumento de tasas aeroportuarias. Aunque este modelo permitió una democratización del transporte aéreo en Estados Unidos, su sostenibilidad se ve comprometida frente a factores externos y a la competencia de aerolíneas tradicionales con mayor respaldo financiero.
Perspectiva
La segunda bancarrota de Spirit Airlines marca un punto crítico en su historia. El resultado de este proceso definirá si la aerolínea logra consolidarse con un modelo más sólido o si finalmente será absorbida por un competidor. Por ahora, la compañía insiste en que sus clientes no verán afectada la continuidad de los vuelos ni los beneficios adquiridos.