En un giro impactante, las autoridades federales han iniciado una investigación exhaustiva sobre Boeing después de recibir informes preocupantes de un informante interno. El ingeniero de Boeing, Sam Salehpour, ha expresado repetidas preocupaciones sobre la integridad estructural de los modelos de aviones de fuselaje ancho 777 y 787 Dreamliner, y ha alegado represalias por parte de la compañía.
Salehpour, quien ha trabajado en Boeing durante años y ha sido testigo de varios aspectos del proceso de fabricación de aeronaves, ha presentado una queja formal ante la Administración Federal de Aviación (FAA). En su denuncia, Salehpour detalla deficiencias críticas en el proceso de ensamblaje de los aviones, que podrían resultar en fallas catastróficas con el tiempo.
Entre las preocupaciones planteadas por Salehpour se encuentran los atajos tomados durante la fabricación de los aviones, incluida la falta de llenado adecuado de espacios entre partes del fuselaje fabricadas por separado. Según Salehpour, estas prácticas podrían conducir a una mayor erosión y desgaste de los aviones, lo que acortaría significativamente su vida útil y aumentaría el riesgo de fallas estructurales graves en el futuro.
La denuncia de Salehpour también destaca presuntas represalias por parte de Boeing después de que planteara preocupaciones sobre la calidad del trabajo. Salehpour afirma que fue ignorado y posteriormente transferido a otro programa después de plantear problemas relacionados con la alineación de partes del fuselaje y la presión sobre los ingenieros para aprobar trabajos que no habían sido inspeccionados adecuadamente.
La gravedad de estas acusaciones ha llevado a una respuesta inmediata por parte de la FAA, que ha lanzado una investigación exhaustiva para evaluar la veracidad de las preocupaciones planteadas por Salehpour. Además, un subcomité del Senado planea abordar estas preocupaciones en una audiencia próxima semana.
En respuesta a las acusaciones, Boeing ha cuestionado públicamente las afirmaciones de Salehpour, especialmente en relación con el modelo 787 Dreamliner. La compañía ha emitido un comunicado reafirmando su compromiso con la calidad y la seguridad de sus aviones, mientras colabora plenamente con las autoridades en la investigación en curso.
Estas preocupaciones planteadas por Salehpour plantean serias inquietudes sobre la calidad del proceso de fabricación de Boeing y la cultura interna de la empresa. Se espera que esta investigación arroje luz sobre los problemas planteados y garantice la seguridad continua de los aviones comerciales de Boeing.