Boeing ha aceptado declararse culpable de un cargo de conspiración para cometer fraude criminal como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos relacionado con dos accidentes fatales del 737 MAX. Esta declaración, pendiente de la aprobación de un juez federal, implicaría una condena penal para el fabricante de aviones. Además, Boeing acordó pagar una multa de 243,6 millones de dólares, según información proporcionada por un funcionario del Departamento de Justicia.
La acusación está vinculada a los trágicos accidentes de los 737 MAX en Indonesia y Etiopía, ocurridos entre 2018 y 2019, que resultaron en la muerte de 346 personas. Las familias de las víctimas han exigido que Boeing enfrente consecuencias legales por su papel en estos incidentes.
Esta declaración de culpabilidad podría afectar la capacidad de Boeing para obtener contratos gubernamentales importantes con el Departamento de Defensa y la NASA, aunque la empresa podría solicitar exenciones. La acción judicial se inició después de que el Departamento de Justicia determinara que Boeing violó un acuerdo de 2021 relacionado con los accidentes.
Sin embargo, este acuerdo evita un juicio prolongado y potencialmente dañino para la reputación de Boeing, permitiendo a la compañía avanzar con una nueva dirección ejecutiva y la adquisición planificada de Spirit AeroSystems. Además, Boeing ha acordado invertir 455 millones de dólares en los próximos tres años para mejorar sus programas de seguridad y cumplimiento. Un monitor externo supervisará estos esfuerzos y reportará anualmente al tribunal.
El Departamento de Justicia ofreció el acuerdo de culpabilidad a Boeing el 30 de junio, dándole hasta el final de la semana para aceptarlo o enfrentar un juicio. Un abogado de las familias de las víctimas criticó el acuerdo como un «trato de favor» y prometió oponerse en los tribunales.
Boeing enfrenta una crisis creciente, exacerbada por un incidente reciente en el que un 737 MAX 9 de Alaska Airlines perdió una puerta en pleno vuelo. Este incidente ocurrió dos días antes de que expirara el acuerdo de enjuiciamiento diferido de 2021, que había protegido a Boeing de ser procesada por los accidentes anteriores. El acuerdo no cubría nuevas conductas o incidentes, dejando a Boeing vulnerable a nuevas investigaciones.
La compañía se declara culpable de haber hecho declaraciones falsas a la FAA sobre el software MCAS del MAX, diseñado para empujar automáticamente el morro del avión hacia abajo en ciertas condiciones, y que estuvo implicado en los accidentes. La FAA inmovilizó el 737 MAX durante 20 meses, costándole a Boeing 20.000 millones de dólares.
La multa de 243,6 millones de dólares acordada es la segunda del mismo monto para Boeing relacionada con estos accidentes, sumándose a un acuerdo de 2021 de 2.500 millones de dólares. Las familias de las víctimas han criticado el acuerdo y han presionado para que el Departamento de Justicia exija a Boeing hasta 25.000 millones de dólares. Este año, el DOJ ha realizado varias reuniones con las familias mientras investigaba el incumplimiento del acuerdo de 2021 por parte de Boeing.