Boeing continúa enfrentando desafíos con su esperado 777X. Un reciente fallo en un componente crítico del motor General Electric GE9X ha obligado a la compañía a suspender las pruebas de vuelo de su flota de prototipos. Durante una inspección rutinaria tras un vuelo de prueba, el equipo de Boeing descubrió que el montante de empuje del motor en el tercer prototipo estaba completamente cercenado, mientras que los motores de otros dos prototipos mostraban grietas similares en la misma pieza.
El montante de empuje es un componente esencial que transfiere el empuje generado por el motor al avión. Este se encuentra dentro del pilón que une el motor al ala, junto con otros conductos cruciales como los de combustible y los cables eléctricos. Aunque el pilón continuó transmitiendo el empuje, no está diseñado para soportar estas fuerzas sin el soporte del montante de empuje, lo que subraya la gravedad del problema.
Este incidente añade presión a Boeing, que ya enfrenta numerosos problemas de producción con otros modelos como el 737 y el 787, además de los desafíos derivados de los accidentes del 737 MAX y las dificultades con su cápsula espacial Starliner. La situación se agrava para el nuevo CEO, Robert «Kelly» Ortberg, quien asumió el cargo en un momento crítico para la compañía.
La suspensión de los vuelos de prueba también podría retrasar aún más la entrada en servicio del 777X, programada ahora para principios de 2026 con Qatar Airways. Originalmente, el avión debía estar en servicio en 2020, pero ha sufrido múltiples retrasos. Aunque aún no se ha confirmado si este nuevo problema afectará la fecha de lanzamiento, es un revés significativo para Boeing.
No obstante, es importante recordar que estos vuelos de prueba están diseñados precisamente para identificar y corregir problemas antes de que los aviones entren en servicio comercial. Es preferible que estos fallos se descubran ahora, en lugar de después de la entrega a las aerolíneas.