La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha emitido una Directiva de Aeronavegabilidad (AD) que exige inspecciones obligatorias a todas las variantes del Boeing 787, luego de un incidente preocupante que involucró a un avión Boeing 787-9 de LATAM en marzo de este año, donde la aeronave experimentó una brusca caída en pleno vuelo.
Inspecciones Obligatorias para el Boeing 787
La directiva de la FAA fue motivada por un movimiento no comandado del asiento del Capitán, que resultó en la desconexión del piloto automático durante el vuelo. Además, Boeing informó a la FAA sobre cuatro incidentes adicionales en los que se reportaron movimientos horizontales no comandados en los asientos del Capitán y del Primer Oficial, el más reciente ocurrido en junio de 2024.
De acuerdo con los informes, tres de estos incidentes fueron causados por tapas sueltas del interruptor basculante delantero/trasero bajo la cubierta del interruptor en los asientos del Capitán y del Primer Oficial. Otros dos incidentes permanecen bajo investigación.
La FAA ha ordenado que se realicen inspecciones en los asientos del Capitán y del Primer Oficial para detectar tapas faltantes o agrietadas del interruptor basculante, así como cubiertas de interruptor dañadas o disfuncionales. Estas inspecciones deben completarse dentro de los 30 días posteriores a la emisión de la directiva.
LATAM y las Consecuencias del Incidente
El incidente que desencadenó esta medida de seguridad ocurrió en un vuelo de LATAM entre Sídney y Auckland, donde un Boeing 787-9 experimentó una caída abrupta que lanzó a los pasajeros por la cabina, resultando en más de 50 personas heridas.
Un informe preliminar indica que el piloto automático se desactivó cuando un asistente de vuelo golpeó accidentalmente un interruptor en el asiento del capitán, lo que provocó un descenso repentino de la aeronave.
Boeing ha recomendado a las aerolíneas que inspeccionen el interruptor basculante en los Boeing 787 durante su próxima revisión de mantenimiento. Según Reuters, la directiva de la FAA afecta a 158 aeronaves registradas en EE.UU. y a 737 aviones en todo el mundo.