Durante la producción de los aviones 737 Max, surgió un nuevo desafío que llevará a Boeing a revisar alrededor de 50 aviones aún pendientes de entrega.
La problemática fue comunicada a los empleados de Boeing en un memorando enviado el pasado domingo por Stan Deal, líder de la unidad de aviones comerciales de la compañía. Un trabajador de Spirit AeroSystems, proveedor de Boeing encargado de fabricar los fuselajes de los aviones 737 Max, alertó al fabricante sobre la posibilidad de que dos agujeros no hayan sido perforados de acuerdo con los requisitos de Boeing, según detalla el comunicado de Deal.
«Aunque esta situación no representa un peligro inmediato para la seguridad de vuelo y todos los 737 pueden seguir operando de manera segura, actualmente estimamos que será necesario realizar ajustes en aproximadamente 50 aviones que aún no han sido entregados», afirmó Deal. La revelación acerca de los agujeros mal perforados añade otro golpe a la reputación de Boeing, ya marcada por diversos incidentes en los últimos cinco años, siendo el más reciente un impactante accidente ocurrido en un vuelo 737 Max 9 el 5 de enero de 2024.
En dicho vuelo de Alaska Airlines, se desprendió el tapón de la puerta, causando un considerable agujero en el costado del avión. Aunque la causa exacta aún no se ha determinado, el CEO de Boeing, David Calhoun, admitió ante los inversores el miércoles: «Somos responsables de este problema y lo entendemos».
«Independientemente de la conclusión a la que se llegue, Boeing asume la responsabilidad de lo sucedido. Sea cual sea la razón específica del accidente, eventos como este no deberían ocurrir en aviones que salen de nuestras fábricas», añadió. «Simplemente debemos mejorar».
En el memorando del domingo, Deal destacó que la fábrica de 737 Max en Renton, Washington, dedicará varios días esta semana para abordar esta tarea crucial, subrayando la importancia que la compañía atribuye a la calidad, la seguridad y, en última instancia, la estabilidad en sus instalaciones de producción.